Inmersa en un panorama altamente vulnerable desde el análisis de factores ecológicos o sociales, y en medio de una pandemia sin precedentes, Centroamérica se debate entre populismo, autocracias y autoritarismo creciente.
La violencia contra las mujeres por razones de género y el feminicidio como la máxima expresión de desprecio por la imagen y la vida de las mujeres ha sido calificada por diferentes instancias a nivel internacional como un problema de salud pública y un grave problema de derechos humanos. De acuerdo con el informe de 2013 de la Organización Mundial de la Salud, la violencia contra las mujeres es un problema global de salud pública de "proporciones epidémicas".