Cambio climático y crisis del plástico: no frena, si no acelera

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Los plásticos a veces son vistos como ambientalmente más amigables que otros materiales —en parte debido a su peso liviano—. Pero el aumento del uso de los plásticos bombea enormes cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Este artículo fue publicado en la edición especial del  ATLAS DEL PLÁSTICO (2019), un proyecto conjunto de la Fundación Heinrich Böll y el movimiento Break Free From Plastic (Rompe del Plástico). 
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La fabricación, el uso y el desecho del plástico impacta de manera evidente los ecosistemas marinos, las zonas costeras y la salud humana. Pero su impacto sobre el clima, aunque menos conocido es igual de significativo. En el Acuerdo Climático de París de 2015, las naciones se comprometieron a limitar el calentamiento global para que este se mantenga bastante por debajo de los 2°C, y continuar con esfuerzos para mantener la temperatura por debajo de los 1.5°C. En 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático concluyó que para mantener el calentamiento por debajo de los 1.5°C, debemos reducir las emisiones GEI en un 45% para el 2030 y alcanzar cero emisiones netas a más tardar para el 2050.

La política climática, se ha enfocado en la transición hacia energías renovables y transporte limpio. Pero la industria, causante del 30 % de las emisiones mundiales de GEI en 2010, también es importante. La producción de plásticos es uno de los factores que contribuyen más, y de manera más rápida, a estas emisiones. Los plásticos, junto a fertilizantes, pesticidas y fibras sintéticas, son petroquímicos derivados del petróleo y gas natural. Más del 99% de los plásticos usa como materias primas combustibles fósiles. Los productos petroquímicos son la forma de consumo de petróleo de más rápido crecimiento a nivel mundial; la Agencia Internacional de Energía pronostica que en 2050 serán los causantes del 50% de la demanda extra de petróleo. La industria de los petroquímicos en EE.UU. y en otros países son el principal destino - y de mayor crecimiento - para el gas de fraking.

Mientras continúe en aumento la producción de plástico, continuará aumentado la extracción de fósiles y las emisiones vinculadas a la exploración, extracción, transporte y refinería de petróleo, gas y carbón. La producción mundial de plásticos ha aumentado de 2 millones de toneladas en 1950 a 400 millones de toneladas en 2015. Y, en los últimos 20 años prácticamente se han duplicado; se espera se cuadrupliquen para principios de la década del 2050.

El dióxido de carbono, el metano y otros gases de efecto invernadero se liberan en cada etapa del ciclo de los plásticos, desde la extracción y el refinado de combustibles fósiles, pasando por los procesos de elevado consumo energético que producen resinas plásticas, hasta la eliminación, incineración y potencial deposición de los residuos en los ecosistemas. Esto tiene efectos directos en los objetivos climáticos mundiales. Para evitar sobrepasar los 1.5°C, las emisiones totales deben mantenerse debajo de 420 a 570 mil millones de toneladas de dióxido de carbono.

La organización sin fines de lucro Centro para el Derecho Ambiental Internacional estima que, a las tasas de crecimiento actuales y proyectadas, la producción de plásticos por sí sola podría generar 53.5 mil millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2050. Si se agrega la incineración de los desechos se eleva este total a casi 56 mil millones de toneladas. Los plásticos podrían entonces utilizar entre el 10 y el 13% del presupuesto restante de carbono para mantenernos por debajo de los 1,5°C. Incluso suponiendo que la producción de plástico crezca mucho más lentamente después de 2050, y que la incineración no crezca en absoluto, las emisiones de la producción e incineración de plástico podrían sumar casi 260 mil millones de toneladas de CO2-equivalente para finales de siglo, consumiendo potencialmente más de la mitad del presupuesto de carbono disponible.

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Estas cifras incluso pueden estar subestimando el impacto climático real de los plásticos ya que diversos aspectos de la extracción, transporte y refinado son poco conocidos. En EE.UU., por ejemplo, las estimaciones oficiales de emisiones de la producción de gas natural excluyen habitualmente los efectos de la tala de bosques y otros disturbios a la tierra necesarios para construir plataformas de perforación y tuberías. Tampoco se incluyen las posibles fugas sustanciales de gas metano, un potente GEI, directamente de tuberías e instalaciones. Las estimaciones del gobierno y la industria sobre estas estimaciones difieren significativamente.

Las emisiones generadas por plásticos no terminan cuando estos se desechan. Cada vez se proponen más como una solución a la contaminación plástica los proyectos de incineración de plásticos para la generación de energía. Esto podría generar un gran aumento en las emisiones ya que la incineración emite muchos gases de efecto invernadero.

El grupo de investigación Material Economics prevé que, en Europa, la incineración para la generación de energía podría hacer a los plásticos una fuente aún mayor de emisiones. Además, los desechos de plástico continúan liberando gases de efecto invernadero a medida que se degradan en el medio ambiente. La verdadera escala de estas emisiones es desconocida.

Los efectos de las emisiones también pueden ser indirectos. Los niveles crecientes de microplásticos en los océanos podrían interferir con los procesos biológicos a través de los cuales el plancton captura CO2 en la superficie y lo almacena en las profundidades.

Está bomba biológica de carbono, es parte fundamental del ciclo del carbono y contribuye al equilibrio climático de la tierra. Los mecanismos e interacciones que los microplásticos podrían estar teniendo sobre este equilibrio son de gran importancia, pero siguen siendo poco conocidos y requiere más investigación.

Ante este contexto urgente de resolver, como fundación verde, desde la Oficina Regional para Centroamérica de la Fundación Heinrich Böll,  promovemos mensajes que buscan sensibilizar sobre los impactos de la contaminación por plásticos de un solo uso, y a la vez, aclarar el mito del reciclaje, que no es la salida. También, queremos motivar a muchas personas e instituciones a activarse para difundir el mensaje sobre la urgencia de contar con un tratado vinculante sobre plásticos, para frenar la marea de los plásticos. 

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A la vez, le invitamos a descargar los siguientes materiales. 
ATLAS DEL PLÁSTICO. Datos y cifras sobre el mundo de los polímeros sintéticos.
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¡DESEMPACADO! El Plástico, el Desperdicio & Yo. 
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