La Función Política de los Militares en Centroamérica
En el año del bicentenario de la independencia centroamericana de España, la región pasa por una fase preocupante en la historia de sus jóvenes democracias. Muchos de los avances de la época post-conflicto están crecientemente amenazados por el populismo, autoritarismo y la cooptación de bienes y servicios públicos por élites políticas y económicas depredadoras y corruptas.
El impacto nefasto de la pandemia global del coronavirus resaltó aún más el fracaso d e las instituciones democráticas cooptadas, de resolver el problema central de la población: superar la grave desigualdad estructural en materias de ingreso y acceso a bienes públicos y comunes. A la vez, con el pretexto de combatir la pandemia, se limitaron derechos humanos y políticos básicos y se (re)militarizó aún más la política, asignando tareas de seguridad pública a las FFAA.
Dentro de la coyuntura política actual, es urgente reflexionar sobre el papel de las Fuerzas Armadas en la construcción de los estados centroamericanos y en las transiciones hacia democracias frágiles con un aliento histórico más largo. Dentro de la vorágine llamada Centroamérica, existen capítulos levemente estudiados y sumamente relevantes para comprender su historia reciente. Bajo pobres y escasas condiciones de acceso a la información cualitativamente superior, guerras, conflictos sociales, negociaciones y acuerdos en la historia de los países centroamericanos llegan al extremo de ser mitificados por las partes activas o
por sectores mayoritarios, anulando su importancia clave en la no repetición de los hechos.
Para contribuir a un debate sobre el difícil rumbo de las frágiles democracias en la región, la Oficina Regional para Centroamérica de la Fundación Heinrich Böll presenta este ensayo sobre el rol de las fuerzas armadas en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, con algunas reminiscencias del caso excepcional costarricense. Sin ir muy lejos en el entramado social de nuestros países, el papel predominante de las fuerzas armadas constitucionales en la construcción de las democracias recientes, no puede desligarse de las fallas subsiguientes de dichos modelos democráticos. Las fuerzas armadas han formado parte de las grandes transiciones, usualmente dolorosas y victimarias, de los países que formaron parte de la gran revolución agrícola a principios del siglo XX desde la consolidación de modelos post coloniales expresados en la “república bananera”.
Los gobiernos adheridos a este duro nacimiento del capitalismo transnacional, que retoma las bases de la explotación ecológica y humana en cada territorio
políticamente viable, continuaron participando activamente en el uso y abuso de las fuerzas armadas para el sostenimiento del modelo agro exportador.
La excepción en la región sobre estas dinámicas de poder, la constituye Costa Rica. Tras una breve, pero fundamental guerra civil en 1948, la Junta Fundadora de la Segunda República anunciada por el presidente José Figueres Ferrer, llegan a la abolición del ejército costarricense y la creación de la policía civil para el resguardo del orden. Esta decisión marcaría el devenir de Costa Rica para enaltecer valores democráticos fuera del espectro violento que desafortunadamente caracterizan al resto de la región, convulsa y desigual.
Si bien los ejércitos de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua han sido preparados para proteger la soberanía del Estado y del territorio, dentro de las tareas básicas de un cuerpo armado aceptado por constitución, los ejércitos han sido parte activa de las dinámicas sociales y políticas lideradas por entidades civiles y élites militares o económicas.
El papel rector de la ciudadanía sobre su propio ejercicio democrático, ha sido minimizado por tanto bajo el uso de la violencia estructural, simbólica y operativa.
La función política de los militares en Centroamérica
Las fuerzas armadas son parte fundamental de esta construcción social, globalizada por las guerras mundiales en el siglo XX, la guerra fría, y los conflictos generados ante la represión estatal dictatorial a partir de los años 30s en la región centroamericana. Con la excepción de Costa Rica los países de la región se dedicaron a cultivar una cultura normalizada basándose en el modelo militar como rol a seguir para la ciudadanía, incluyendo conceptos como el patriotismo, el civismo y la obediencia a las autoridades como bases de la sociedad.
Es por ello que resulta ineludible analizar desde una perspectiva histórica la actuación de las fuerzas armadas dentro de los principales cambios que afectaron a las sociedades centroamericanas en los últimos 60 años, desde la transición de las férreas dictaduras a las frágiles democracias, y donde han encontrado un espacio fértil desde los espacios políticos para sostenerse y fortalecerse. El crecimiento exponencial de la violencia en todas sus formas, liderado por fenómenos complejos como las pandillas o el narcotráfico, ha exacerbado la idea ilusoria y cortoplacista de muchos gobiernos para proponer a las fuerzas armadas como solución. A la vez la ciudadanía principalmente conservadora en estos países, percibe el dominio irrestricto de los territorios bajo la fuerza como principal medida para enfrentar la criminalidad. La gran paradoja de regiones del mundo como la centroamericana, es que la misma mayoría que aboga por un modelo autoritario militarista, termina sufriendo la mayor cantidad de vejaciones en el ejercicio de poder administrado por políticas y acciones violentas contra la violencia, una especie de fuego cruzado donde se pierden oportunidades claves para fortalecer la de por sí escasa representatividad democrática.
Ante este panorama, y las recientes corrientes de autoritarismo en el continente antes, durante y después de la pandemia global, resulta demandante preguntarse si el papel de las fuerzas armadas sigue siendo una ilusión impuesta para solucionar problemas que solo el Estado de derecho, el respeto a la vida humana y el cumplimiento a los derechos humanos pueden lograr. Preocupa también cómo la instrumentalización política de estas fuerzas desde grupos de poder partidarios y económicos nacionales y extranjeros, se consolida como una ruta a las neo dictaduras del siglo XXI, entre otras interrogantes de peso para la
sobrevivencia misma de la región. En el año del bicentenario de la independencia Centroamericana de España, urge reflexionar sobre los caminos recorridos en la historia de estos países bajo la influencia armada, y cómo la ciudadanía puede responder desde su rol democrático para frenar el avance de los ejercicios anti democráticos plagados de víctimas y lecciones.
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Table of contents
- PRÓLOGO
- INTRODUCCIÓN
- LAS DEMOCRACIAS MAFIOSAS DE CENTRO AMÉRICA
- MARCO DE ANÁLISIS PARA LA FUNCIÓN MILITAR Y LA DEMOCRACIA
- DILEMAS Y PARADOJAS DE LA FUERZA ARMADA DE EL SALVADOR
- LA TRAYECTORIA DE LA FUNCIÓN POLÍTICA
- DEL EJÉRCITO DE GUATEMALA
- UNA FUNCIÓN PARA TODO:
- LA FUNCIÓN POLÍTICA DE LAS FFAA DE HONDURAS
- LAS FUERZAS ARMADAS DE NICARAGUA:
- UNA HISTORIA INÉDITA EN CENTROAMÉRICA
- PERSPECTIVA REGIONAL DEL ROL POLÍTICO DE LAS FFAA
- CONCLUSIONES
- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS