Financiamiento climático en Centroamérica: una mirada desde la descentralización energética
En los últimos años, la agenda internacional ha reconocido la necesidad de apostar por el acceso a la energía como un elemento clave en la búsqueda del desarrollo. En 2015, se presentó un hito político importante: en el marco de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, 193 países suscribieron la meta de garantizar el acceso universal a energía asequible, confiable, sostenible y moderna. El contar con servicios energéticos es indispensable para avanzar en el proceso de desarrollo sostenible, ya que tiene impactos positivos en la reducción de la pobreza, e implica mejoras en la salud, la equidad de género, la educación y el acceso a otros servicios de infraestructura (Cafod et al., 2014). Además, la transformación de los sistemas energéticos, hacia unos más sostenibles y eficientes, es crucial para afrontar el cambio climático, la amenaza más seria para la erradicación de la pobreza.