La situación de P. me preocupa particularmente, como otras entrevistadas, su caso denota que la carga mental de la organización de la vida doméstica recae muchas veces solo en las mujeres y eso nos lleva a problemas de salud mental que pueden escalar a proporciones preocupantes y desgastantes.
Gracias por tomarte unos minutos para responder esta entrevista que me ayudará a escribir un reportaje denominado “La pandemia invisible: El Covid-19 aumentó la violencia y la desigualdad de género en México y Centroamérica”.
1. Nombre completo que no se publicará: -
2. Correo electrónico: -
3. Nombre ficticio o pseudónimo: P.
4. País y ciudad: CDMX, Ciudad de México
5. Edad: 35 años
6. Nivel de estudios. Posgrado en curso
7. Profesión: Docente
8. Promedio de ingresos mensuales: 20,000 pesos mexicanos.
9. Número de hijos: 1
10. Edades: 4 años 10 meses
11. ¿Casada o separada? Unión libre
12. ¿Su cónyugue o excónyugue participa en la crianza de sus hijos? Sí
13. ¿Tiene ayuda de alguna trabajadora del hogar o de algún familiar para la crianza de sus hijos? Sí
14. ¿Goza de tiempo libre? Si la respuesta es sí, ¿en qué lo invierte? Jajaja no realmente
15. ¿La pandemia aumentó la cantidad de horas que realiza trabajo del hogar? Describa.
Si, antes contaba con ayuda de una persona que acudía a casa a trabajar en la limpieza. Desde que inició la pandemia, las labores del hogar recaen principalmente en mi. Además, como estamos más tiempo todos, y adoptamos un perrito, la situación se complicó.
16. Describa la rutina de uno de sus días con lujo de detalle. Se vale quejarse.
Me despierto 1 o dos horas antes (depende el día) que mi esposo y mi hijo. Bajo como algo, recojo la casa lo más rápido, termino de ajustar cosas para mis clases. Me conecto a mis clases, a veces antes le subo algo de tomar a mi hijo, le ayudo a sacar algún juguete y/o tv o libro. Entró a clases. Salgo de clases. Saco lo que tengo precisamente pensado para preparar la comida e inicio con la preparación.
Como mi esposo hace dos semanas perdió su trabajo, él ayuda a mi hijo a comer y vestirse. Nos conectamos a las clases de mi hijo. Terminan sus clases y tomamos un refrigerio. Si mi esposo está, como ahora, sin mucho trabajo se hace cargo de mi hijo. Si no, mis papás me apoyan con él. mmm
Regreso a dar clases en línea. Termino las clases y rápidamente hago de comer.
Terminamos de comer, lavo platos, me pongo a limpiar la casa, a lavar ropa y a ordenar, juego o hacemos cosas juntas mi hijo (ahora mi esposo también) y yo.
6: 30 p.m. iniciamos ritual para dormir. Baño a mi hijo (aunque si el papá está o no tiene trabajo lo hace él). Terminamos y bajamos a cenar. Platicamos, jugamos, vemos algo y a las 7: 40 más o menos, casi 8 acuesto a mi hijo a dormir y a veces hasta 9:00 estamos en ese transe.
Al dormir mi hijo, inicio la preparación y calificación de mis clases como docente. Y de mis clases de la otra institución que trabajo y ahora mis clases de la maestría. Dependiendo de la cantidad de trabajo puedo estar despierta hasta las 2 am.
Y me despierto lo más tarde a las 7.
Acá el asunto es que cuando no organizo y hago las cosas yo, como pensar que vamos a comer… nadie más (es decir, mi esposo) se preocupan.
Yo me ocupo de todas estas cuestiones, tenga mucho trabajo o no. Eso es irrelevante. El nivel de involucramiento de parte de mi esposo depende de la cantidad de trabajo que tiene.
17. Durante la pandemia, ¿aumentaron sus responsabilidades en el trabajo remunerado o realiza home office?
Tengo mucho más trabajo y mi horario se hizo más amplio.
18. ¿Tiene alguna hija o hijo que reciba educación en línea bajo su supervisión? Describa la experiencia.
Sí, mi hijo lo hace entonces cómo es un sistema no tradicional nos piden realizar material cada semana. La responsable única y última de ese material soy yo. Mi esposo no se involucra, de hecho ha entrado a la plataforma de “papás” tan solo un par de veces.
Si ha sido complicado, pues mi hijo es pequeño y pese a los esfuerzos de sus maestras a veces no quiere trabajar o quiere hacer otra cosa.
19. ¿Perdió su empleo o sus ingresos mermaron en lo que va de la pandemia? Comente.
Sí, de hecho me redujeron horas aun cuando mis empleadores reconocieron mis esfuerzos y apoyo con los alumnos y otro colegas en esta situación de crisis.
Además en julio la institución donde recibo los mayores ingreso, deja de existir así que he perdido también mi trabajo.
20. ¿Ha sufrido violencia física, verbal, psicológica, económica o simbólica durante el confinamiento? Describa. Si usted no la ha sufrido, ¿alguna familiar o amiga sí? Comente.
Sí, de alguna forma si. Pues creo que todos estamos más intratables y sensibles y mi esposo se molesta cuando le pido hacer algo y le pido realizarlo lo más pronto posible. A pesar de que existen ocasiones en donde él queda de hacer algo en cuanto al hijo o a la casa o al perro y no lo hace. Le recuerdo, se molesta, de nuevo no lo hace y después de tres días de tratar de ser paciente para algo que se puede hacer en dos minutos… termino haciéndolo yo y él enojado porque considera que esa es mi forma de decirle que es un pendejo. Aunque esa es mi forma de tratar de sobrellevar todo… pues es energía mental tener que recordar o dar seguimiento. Por ejemplo hacer pagos de servicios.
Es violento también que mi pareja no quiere hacer un presupuesto familiar. Mis ingresos son fijos más o menos y la variación siempre es en función de aumentar cantidad.
En el caso de mi esposo, trabajaba por comisión y aunque había un sueldo base pues el ingreso total variaba mucho. Se molesta que le pregunté cuánto dinero tiene, pero mi angustia constante es que muchas veces salimos con la quincena con ayuda de amigos o familiares que nos prestan y que siempre pagamos pero vamos, dependemos de que puedan prestarnos y tener que pedir prestado.
Y puede ocurrir que hay mil cosas que comprar de primera necesidad o servicios que pagar. Y él decida comprarle al hijo un juguete más caro de lo normal o unos tenis que no necesita o comprarse él mismo artículos que para nuestra situación pues son lujos.
Entonces vivo en la angustia constante de si va alcanzarnos pues no sé de cuánto dinero disponemos para pasar el mes o la quincena.
21. ¿Ha tenido problemas de salud física o de salud mental por el confinamiento? Describa.
Si, subí nuevamente de peso. He sentido mucha ansiedad. Tuve que tomar durante 5 meses flouxetiba. Aunque ahorita afortunadamente ya no lo hago. Traigo un tema hormonal.
22. ¿Ha perdido un familiar o amigo por Covid-19? ¿Cómo vivió su luto?
No afortunadamente no.
23. ¿Cree que en su comunidad se ha incrementado la violencia y la desigualdad de género? Sí, no, ¿Por qué?
Claro que sí. Porque el trabajo doméstico aumentó ya con el simple hecho de tener que estar lavando el súper y/o todo lo que tocamos de forma constante. Y ese trabajo normalmente recae en nosotras.
Las clases de los hijos en línea han aumentado el trabajo, responsabilidad, respecto a la formación formal de los hijos y eso ha recaído principalmente en mujeres.
Y todo esto con un aumento de carga de trabajo y de horarios de trabajo que se entremezclan.
Además en términos de violencia veo amigas que han recibido casi golpes pues por ejemplo a una de ellas su esposo perdió el trabajo y pues antes era dulce… y con la pandemia, el confinamiento y el desempleo la agrede de forma verbal casi diario, peor y ha llegado a enojarla y jalarla.
24. ¿Cuál sería la solución colectiva para zanjar el aumento de la violencia y la desigualdad de género durante la pandemia?
Generar estrategias más claras de organización y acción en familia. Que los empleadores y el Estado comprendan que mientras se trabaja ahora es necesario además contener la dinámica familiar
25. ¿Algo que desee agregar?
No todo ha sido negativo en esta pandemia. A mí me ha enseñado a valorar a mi familia y su salud, ha permitido que mi esposo conviva más en el día a día con nosotros (pues antes mi hijo solo veía a sus papá fines de semana y 30 minutos antes de irse)
¡Gracias!
