Primer Coloquio de Filosofía y Teoría Feminista en la Universidad San Nicolás de Hidalgo en Morelia, Michoacán, México del 13 al 15 denoviembre de 2019.
En esta pequeña relatoría, los lectores podrán tener acceso a algunos de los temas que se abordaron en las ponencias, aunque no se da cuenta de todas ellas ni de sus propuestas más detalladas. Creí pertinente transcribir mis notas de cuaderno para que el público pudiese conocer un resumen del encuentro que, a mi juicio, fue muy importante para el estudio de la filosofía y el feminismo.
La conferencia inaugural estuvo a cargo de la doctora Maite Larrauri Gómez, española, quien presentó la ponencia “El sujeto feminista”. “Los sujetos no son antes de las prácticas”, recalcó. “Vemos a un hombre y una mujer, pero no vemos las relaciones de dominación”.
La filósofa española recordó a la escritora inglesa Virginia Woolf (Londres, 25 de enero de 1882-Lewes, Sussex, 28 de marzo de 1941) y el “malestar” que surge al no encontrar palabras para decir lo que se piensa o siente. Así como la necesidad que seguimos teniendo las mujeres de podernos ganar la vida para no vivir cautivas de dicha dominación. Virginia estaría entre las que llamó “mujeres que no claudican”.
Entre los teóricos hombres, señaló que el francés Pierre Bordieu (Denguin, 1 de agosto de 1930 – París, 23 de enero de 2002) se había dado cuenta de estas relaciones de dominación en “La dominación masculina” y de la fragilidad masculina en “Alfaro”. Recordó lo importante que es para nosotras el pensamiento libre, al margen de las ideologías, encontrar el sentido de una misma, un pensamiento no imitativo, pensar por sí misma y conocer dónde está el bien.
Citó a la filósofa judía Hannah Arendt (Linden-Limmer, 14 de octubre de 1906 - Nueva York, 4 de diciembre de 1975): “pensar es emitir un juicio” y subrayó la necesidad de replantearnos las palabras y conceptos. Por ejemplo: “Ser valiente es esa mujer”.
También recordó a Simone Weil (París, 3 de febrero de 1909 - Ashford, 24 de agosto de 1943) y la necesidad de entrar por “la puerta pequeña del conocimiento”. “Para conocer la historia, hay que entrar por el lado de las débiles, las perdedoras”. Contó que ella tiene cincuenta años de formar parte del movimiento feminista y que “lo apasionante es estar entre nosotras”. “Estamos en un momento de insurgencia en el conocimiento del sujeto femenino”, recalcó.
Para ella, ha cambiado el sentido común (sensus communis) y, hasta cierto punto, el pensamiento hegemónico y el orden simbólico en estos últimos cincuenta años.
Recordó a las luchadoras sociales que hicieron que se instituyeran términos como “discriminación sexual” (Ruth Bader Ginsburg, 1971) y “acoso sexual” (Anita Hill, 1991), es decir, que evidenciaron lo que Michel Focault (Poitiers, Francia, 15 de octubre de 1926-París, 25 de junio de 1984) llamaba “relaciones no escondidas, pero no visibles”.
Celebró que gracias al #metoo hemos sido escuchadas y podemos decir la verdad porque #yositecreo
Explicó que la performatividad es precisamente el hecho que las prácticas constituyen al sujeto y al objeto, hay una relación producida por las prácticas y, por lo tanto, un cambio en el sentido común, todo esto basándose en los aportes de Judith Butler (Cleveland, 24 de febrero de 1956).
Como ejemplo, detalló que releyó recientemente el caso de Dora atendida por Sigmund Freud (Príbor, 6 de mayo de 1856-Londres, 23 de septiembre de 1939). De estudiante, pasó por alto que se acusaba a Dora de 14 años de haber rechazado a un hombre de “buen ver” de 40 y por ello Freud la tachó de histérica, por haber sentido repugnancia cuando se suponía que debía haber sentido “excitación sexual”. Maité no notó nada “extraño” en el sentido común, la primera vez que leyó acerca del caso, pero ahora sabe que Dora no es que tuviera un padecimiento, sino que era más bien natural que sintiera rechazo por un hombre tan mayor que ella.
La filósofa repitió que sí, que, gracias a ya cinco décadas de feminismo, ha cambiado el sentido común y hasta la cultura popular. Dice que en la última marcha del 8 de marzo se encontró a unas adolescentes con una pancarta que hacía alusión a la popular serie “Juego de Tronos”: “Contra el patriarcado, Drakalis”. Ella no sabe quién es Drakalis pero espera que estas chicas luego tengan otro aparato crítico feminista más allá de la cultura popular pero, bueno, también por algo se empieza.
Si la distancia entre las personas es el lenguaje, la doctora terminó su discurso recomendando que las mujeres no cancelemos nuestra experiencia.
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“Repensar la ética desde una perspectiva feminista: la ética del cuidado en Virginia Held (EEUU, 28 de octubre de 1929)”. María Guadalupe Murillo Saucedo comentó que, durante mucho tiempo, al hombre se le adjudicó la posesión de la razón y recalcó que todos “somos dependientes” y que “todas las personas necesitan cuidados”. En el régimen actual, “se subestima la dependencia entre humanos”.
La ponente subrayó lo necesario de valorar la emoción, la simpatía, la empatía y la responsabilidad, relacionar lo abstracto con lo particular y, como Kant (Königsberg, Prusia; 22 de abril de 1724-ibídem, 12 de febrero de 1804), preguntarnos si podemos ser completamente morales, considerando lo ético y lo político como seres interrelacionados que somos.
Reconocer pues la dependencia e interdependencia como condiciones humanas, el hecho de que fuimos cuidados, seremos cuidados y cuidadores. Como lo menciona Silvia Federici (24 de abril de 1942), repensar los mandatos patriarcales que feminizaron el cuidado para pluralizarlo.
Ivone Muñoz Rodríguez presentó “La presencia del amor fati como responsabilidad humana en la filosofía weiliana (Simone Weil)” donde reflexionó sobre la necesidad de acompañar de sensibilidad al razonamiento, reconocer las necesidades del alma en reconciliación con la existencia.
Disertó también sobre la responsabilidad de las acciones, el eterno retorno de Nietzsche (Röcken, 15 de octubre de 1844-Weimar, 25 de agosto del 1900), el decidir más allá de los propios intereses. “La voluntad y el amor nos separan de Dios”, reconoció y propuso construir el mundo, ser para la vida, aceptar la realidad, amar la vida y abrazar el mundo y la realidad mediante un amor con responsabilidad.
En esta ronda de ponencias, también participó Amanda Rosa Pérez Morales con “Simone Weil: la teoría de la atención y la construcción ética del ser humano” por lo que las tres siguieron hablando sobre los cuidados, la idea de que todos tenemos que cuidarnos, la democracia de los cuidados y la complejidad de los ámbitos ético, político y económico.
Simone Weil, recordaron, propuso asumir la vida tal cual es y las ponentes propusieron amar la vida a pesar de la dominación. Conversaron sobre cómo los ajustes estructurales han afectado los cuidados, la crisis de los cuidados en el sur global, cómo algunas personas tienen que renunciar a sus trabajaos, la cadena de cuidados sexualizados, racializados y por clase. “El cuidado es importante, es algo moral”, concluyeron, algo que antes no se pensaba y pensarlo tiene aristas éticas y morales, responsabilidad y la necesidad de desgeneralizarlos y generalizarlos.
Esa tarde del primer día miércoles 13 de noviembre, se presentó también “Hannah Arendt y el feminismo: una relación tensa” a cargo de la doctora Mayte Muñoz Sánchez, quien aclaró que la filósofa judía no se declaró en ningún momento feminista pero no por ello no se pueden tomar sus aportes en este ámbito.
Por ejemplo, en ideas como la de no dar órdenes, las labores repetitivas, lo social, lo público y lo privado y lo personal que es político. Lo importante del “juicio reflexionante” en Arendt, su pensar ampliado, su comunicabilidad, la importancia de la imaginación, el reconocernos miembros de una comunidad, el ponerse en el lugar del otro, los lazos en común, el “solo hay mundos”, el “no hay ideas preconcebidas para hacer juicios sobre algo del bien común”; idea que también encontramos en el filósofo francés Jean Paul Sartre (París, 21 de junio de 1905-ibíd., 15 de abril de 1980), la necesidad de que afloren las diferencias, de hacer juicios reflexivos sobre nosotras mismas, la posibilidad de la validez objetiva, las prácticas, el decir, el hacer, la identidad política, la identidad del sujeto, la construcción de la acción política y tantas otras ideas y conceptos que abonan al feminismo.
“Formas de vida justas desde los marcos éticos contra la opresión y la exclusión desde la mirada de Graciela Hierro (Ciudad de México, 1928 - 30 de octubre de 2003)” de la doctora dora Elvira García González también se presentó esa tarde, planteando el concepto de conciencia moral, el hecho de que las mujeres somos seres libres y dignos, pero sobre nosotras cae la injusticia y se necesita luego buscar justicia desde la injusticia.
La ponente enunció el marco de dominio que cae sobre las mujeres, la injusticia, la indignación, la inequidad, la apertura necesaria a la justicia, la condición femenina de opresión, el hecho que las mujeres hemos sido seres para otros, los roles y automatismos, la necesaria reflexión sobre los comportamientos heredados, la libertad sexual y el arrepentimiento, el libro “Ética y feminismo”, la necesidad de configurarnos como seres para sí, el bien preciado que implica la libertad, la equidad, la educación versus la domesticación femenina, el que se nos ha querido clasificar de inferiores para hacernos sumisas, la toma de conciencia de la opresión por medio de la razón y la necesidad de la equidad.
La doctora Cristina Isabel Castellano González presentó “Gloria Anzaldúa (n. Valle del Río Grande; 26 de septiembre de 1942 - f. Santa Cruz California; 15 de mayo del 2004), pensar las fronteras”. Rescató los aportes de esta poeta chicana, sus libros “La nueva mestiza” (1987), “Esta puente, mi espalda, voces de mujeres tercermundistas en Estados Unidos”, su denuncia sobre el hecho de que la educación puede ser domesticación, el etnocentrismo, la autobiografía como teoría, la recuperación de las mitologías, el esencialismo versus el relativismo. La frontera/conciencia/mestiza que puede ser nuestra propia casa y el estudio del imaginario migrante. La ponente propuso no caer en eufemismos y apropiarse de los adjetivos peyorativos que se les adjudican a las trabajadoras del hogar o del sexo.
Al final de este primer día de ponencias, quedaron preguntas y reflexiones sobre los cuerpos plurales, el anhelo de comprensión, pensar lo que hacemos, la búsqueda de sentido, la autonomía, el ser con el otro y para el otro, el pensamiento de frontera fuerte/débil, la maternidad compartida, la necesidad de ver la natalidad también como dar vida y una posibilidad. Aquí se mencionó a Julia Kristeva (Sliven, Bulgaria, 24 de junio de 1941-Sliven, Bulgaria, 24 de junio de 1941).
Este día también se presentó el libro “Edith Stein (Breslavia, 12 de octubre de 1891-Auschwitz, 9 de agosto de 1942): filósofa del siglo XX para el siglo XXI”.
Segundo día
“Rosi Braidotti (Latisana, 28 de septiembre de 1954) y Lorena Cabnal (Guatemala, 1973). Un acercamiento entre los nuevos materialismos feministas y los feminismos comunitarios” de Andrea Itzel Padilla Mireles.
La ponente habló de afectos, esperanza, la relación entre lo geopolítico y lo corporal, qué ocurre cuando el cuerpo es despojado del poder político, el hecho de que las mujeres estamos situadas, encarnadas, sobre la ontología (el ser) de la diferencia, el contexto diferente de estas filósofas Italia/Australia y sus similitudes: ambas son pensadoras de los desplazamientos, tienen experiencia en la labor conceptual.
Retomó los aportes de Espinoza (Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632 - La Haya, 21 de febrero de 1677), habló sobre la sanación de los cuerpos indígenas, la necesidad del reconocimiento de la diferencia y de conceptos como territorio/cuerpo/tierra, la necesidad de pensar y nombrar el cuerpo de las mujeres, la ruptura antiesencialista, el reconocimiento de una herida: el patriarcado, los múltiples otros (Europa) La subjetividad nómada de Rosa y la memoria cósmica en Lorena.
Surgieron preguntas como: para qué nos acercamos a las autoras, cómo queremos hablar con estas autoras, los afectos y la política de lo cotidiano, la empatía por el futuro, los cuerpos plurales en Cabnal, los arraigos metafísicos de la modernidad, el acompañamiento para los cuerpos. “Donna Haraway (Denver, Colorado, 1944) y Mary Midgley (Londres, 13 de septiembre de 1919- Newcastle upon Tyne, 10 de octubre de 20181): un diálogo feminista sobre el sentido de la praxis filosófica” presentado por Tatiana Pedroza abordó el tema de la sexualidad, la reproducción, la fontanería filosófica (Mary Midgley), la idea de que la filosofía no es para gente especial, los estudios de Thomas Hobbes (Westport, cerca de Malmesbury, 5 de abril de 1588 – Derbyshire, 4 de diciembre de 1679) sobre la tiranía, los sistemas conceptuales complejos que proponen estas autoras, como el cuerpo desde lo social (Donna Haraway).
También se abordó que los cuerpos de las mujeres son potencia, el hecho de que el reto del marco teórico es situarnos, la experiencia encarnada, ‘tenemos las heridas del patriarcado’, la necesidad de revisar el presente colonial y heteropatriarcal en cada una, qué significa que nosotras hablemos desde la filosofía, el que sanar sea una crítica, la enfermedad de solo leer hombres, la urgencia de mirar otros horizontes, que la terapia sea leer mujeres, buscar más allá de lo que se nos ha impuesto.
En la mesa vespertina de especialistas, participaron la doctora Elvira Hernández Carballido, quien presentó la retrospectiva de la revista Fem: acercarnos al feminismo; la doctora Elva Rivera Gómez con “La influencia de la teoría feminista en la historia de las mujeres en México”; la doctora Luz Alejandra Cárdenas Santana con “La verdad es de este mundo. La experiencia del seminario ‘La construcción del conocimiento con enfoque de género”; sobre el seminario de filosofías feministas y de género por la doctora Dinora Hernández López y “Edith Stein: filósofa y su comprensión de la mujer” por la doctora Paulina Monjaraz Fuentes.
Esta última puso sobre la mesa la historia de Stein, su preocupación por el problema de la empatía, sus temas como persona y yo puro, cómo su maestro Husserl (Prossnitz, 8 de abril de 1859-Friburgo, 27 de abril de 1938) y Heidegger (Messkirch, Baden-Wurtemberg, Alemania; 26 de septiembre de 1889 - Friburgo de Brisgovia, Baden-Wurtemberg, Alemania; 26 de mayo de 1976) le dieron la espalda y tuvo que dictar cursos particulares y buscar trabajo en liceos femeninos, pero en 1920 consigue que en Alemania las mujeres puedan dictar clases en la universidad y su ímpetu de que no hay profesiones que no puedan ser realizadas por mujeres.
Stein muere en 1942 en el campo de concentración nazi de Auschwitz. “Todo lo enfrentó desde la filosofía, sobrepasó oposiciones, sobrepasó los antagonismos”. Su profundización en la fenomenología: “soy mi cuerpo, cuerpo propio, mi cuerpo siempre está presente, siempre está aquí”. La ponente destacó ese estado prerreflexivo antes de una conceptualización.
¿Profesiones propias de la mujer? La ponente respondió que el error de la cultura es tipificarnos y que la fenomenología combate estereotipos. Quién soy. Adónde voy. Cada persona tiene que ser lo que debe ser. Debo buscar el núcleo interior y ser mujer “como yo elija”.
A las 5 p.m. se presentó el libro “Madres: los clanes matriarcales en la sociedad global” de Virginia Moratiel (Buenos Aires, 1954). La autora aborda en este libro tres formas de matriarcado, uno casi impoluto, el de los mosuo en Asia; el zapoteca en México, de carácter mixto y uno perverso: el español o cualquiera de la sociedad global.
La presentación fue muy amena, con una autora enviando un dardo mortal preguntándose “¿qué esperan de nosotros nuestros hijos? Sin que nosotras nos sometamos o desaparezcamos. Habló de Artemissa, del cuidado amoroso, el amor benévolo, las sociedades de cooperación, los delitos, la violencia de género, el enclaustramiento, la lucha por la vida, las mujeres instrumento “estar en manos de las mujeres es estar en las mejores manos”, en esa abigarrada malla de seguridad simbólica…
La madre no es absoluta y no debe sacralizarse, apuntó, ni necesitamos la aprobación para subsistir, criticó la competencia entre mujeres y aseguró que, al inicio, es la progenitora la que custodia la libertad individual de los hijos y eso hay que tomarlo en cuenta.
La maternidad es una imbricación entre dos seres, que deja una huella psíquica, pero puede ser dañina si se vuelve sobreprotectora o posesiva, criando sujetos débiles y proclives a las adicciones. Hay un nexo intrauterino entre ambos y por ello tampoco serían adecuadas las propuestas antinatalistas.
¿Qué les ofrecemos a nuestros hijos?, se preguntó la autora, ¿qué esperan?, ¿un mundo mejor? Tampoco se debería caer en ser una madre de “alimentación totalitaria” del tipo “yo soy el centro de tu vida”. El problema del matriarcado actual en las sociedades globales es que si una mujer se vuelve matriarca es sumisa hacia el hombre, pero, al mismo tiempo, autoritaria hacia afuera y hacia sus hijos, lo que convertiría, sobre todo a los hijos varones, en “peleles” y proclives también a enfermedades sicológicas. “El matriarcado no puede subsistir en el capitalismo”, señaló.
Analizó la escena de la cinta “Psicosis” cuando “el protagonista asume la misoginia de la madre y utiliza el cuchillo como un falo”.
Tercer día
“Todo parece indicar que la objetividad, en sus múltiples formas, ha sido conquista del varón. La mujer, sumergida en la vida, no ha alcanzado más que la perdurabilidad subterránea; su acción es imperceptible por confundirse con la vida misma”, dice la filósofa española María Zambrano (Vélez-Málaga, Málaga, 22 de abril de 1904 – Madrid, 6 de febrero de 1991) en “Eloísa o la existencia de la mujer”.
Con esta cita la doctora María Guadalupe Zavala Silva inició su ponencia “El feminismo de María Zambrano en la breve historia de la mujer”, quien anunció que este año por fin se conocerá el tomo ocho de las obras completas de la filósofa española.
Abordó algunos conceptos de dicha autora: vasos fúnebres, diosas, corrosiva, nómada, razón poética, binarios que se superan, ejercicio de la libertad.
Por su parte, y con aplomo, el doctor Mario Teodoro Ramírez Cobián presentó el texto “Filosofía feminista de Rubí de María Gómez Campos”. Destacó las propuestas de la filósofa por un nuevo universal humano, la transformación conjunta, la universalidad como proceso, la unidad/pluralidad, el preguntarse por ‘qué son las mujeres’, la pregunta originaria filosófica y por el sujeto humano político y social y destacó “su pasión por pensar”. Su libro “El feminismo sea un humanismo”, la relación del sujeto con el objeto, la mujer frente a los valores y el hecho de que se marque un modo masculino o femenino de ser sujeto.
De manera muy apasionada, siendo una de las mejores ponencias del coloquio, la doctora Georgina Aimé Tapia González presentó “Edith Stein: bases filosóficas de la teoría feminista” donde desarrolló ideas como la unión entre el ser y el pensar, la relación del feminismo con la vida espiritual, la necesidad de rescatar, como lo hizo la filósofa alemana, el valor maternal del cuidado, los valores femeninos asumidos por los hombres, las preguntas sobre el ser finito y el ser eterno, el acto y la potencia, lo corporal existencial, el “ser con”, el ser auténtico, disertar sobre las formas asociativas humanas, la dimensión asociativa, la muerte del otro, la intersubjetividad, “la estructura de la persona humana”.
También abordó el aporte de Stein al considerar la experiencia vital del yo, la fobia existente a la metafísica, la autoformación, términos como respeto, responsabilidad, alteridad, las estructuras esenciales cuerpo espíritu, la unidad espiritual de la humanidad versus el pasado, el término persona, la necesidad de una vivencia empática, de una filosofía no hegemónica cargada de sentido, la lucha contra los prejuicios, la esencia de la mujer, la antropología filosófica, la idea del Espíritu femenino, la filosofía de la educación de la mujer, lo corpóreo-anímico-espiritual y la esencia/existencia.
Además, disertó sobre la verdad poética, la maternidad, la esencia y el sentido de la feminidad, la interioridad, el sí misma, el ser sumamente consciente de ese sí misma, “mejor huérfanas que presas del orden simbólico”, la ética del cuidado, el ‘soy responsable de mi persona’, la maternidad potente y fecunda, nuestras manos juntas, la reciprocidad, el nosotras.
La cátedra final estuvo a cargo de la doctora Rubí de María Gómez Campos, organizadora del encuentro, con “Filosofía feminista contemporánea” quien señaló que la subordinación de las mujeres es una desnaturalización humana, de la situación de las mujeres en opresión del feminismo filosófico y la filosofía feminista, de la función crítica de la Filosofía, la necesidad de cuestionar el entorno inmediato, el privilegio de dedicarnos a pensar.
“Termina la ciencia y empieza la filosofía, las palabras, las cosas, puesto que el discurso anterior ignora la experiencia de las mujeres”, dijo.
“Lo humano no es solo de los varones y ello es paradójico porque la filosofía pretende universalizar”.
Sugirió cuestionarnos la realidad sin la ceguera del culto a la autoridad de los varones. Ya en 1949, Simone de Beauvoiur se preguntaba qué es ser una mujer y no un ser adicional, puesto que esto es injusto y atroz.
Habría que pensar entonces, acuñó, sobre una particularidad sexuada y un replanteamiento de la condición humana, preguntarnos sobre el caos al que nos enfrenta la teoría feminista, el filosofar mediante la experiencia de ser mujer (qué es agradable para cada una), lo cual es un diálogo perpetuo pues el filósofo es quien problematiza la realidad.
“No nos merecemos ni ser violadas ni violar”, puso como ejemplo pues habría que problematizar si el victimario goza de la violación o es víctima del mismo acto. Nos invitó a comprometernos con la indagación. “No es lo mismo un mundo con mujeres que piensan que uno con mujeres sin derecho a la voz”, subrayó. “La verdad se va construyendo”, apuntó y, entre otros deseos, manifestó el de un mundo en el cual, cuando alguien acose, ambos lo sepan y lo asuman y no una de las partes lo niegue o naturalice.
Si bien la doctora Gómez Campos aseguró que hay un solo feminismo; la otra ponente magistral, Larrauri Gómez, aseguró que son varios los feminismos y se hizo un interesante debate sobre la teoría queer.
En la clausura, participó la Secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres de Michoacán, Nuria Gabriela Hernández Abarca y representantes del periódico La Voz Michoacán quienes también apoyaron al proyecto.
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Al final, las asistentes firmamos el siguiente comunicado:
Morelia, Michoacán, 15 de noviembre 2019. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Denunciamos la violencia machista en las instituciones y en la sociedad.
Nosotras, las abajo firmantes, académicas, maestras, investigadoras, estudiantes, ponentes y asistentes del Primer Coloquio de Teoría y Filosofía feminista nos pronunciamos en contra de la violencia institucional que vivimos de manera sistemática y estructural en diferentes Instituciones de Educación Superior y Media Superior.
En este Coloquio, reflexionamos sobre los aportes de la filosofía feminista para visibilizar las múltiples violencias de las que somos objeto las mujeres. El pensamiento feminista nos ha entregado bases conceptuales y de análisis para develar las relaciones patriarcales que prevalecen dentro y fuera de las Instituciones Educativas.
Entre los casos reportados contamos con el testimonio de:
Demandas penales por parte de profesores que han sido señalados por acoso sexual, que acusan a manera de venganza a las académicas por incitar a las estudiantes con ideas feministas; demandas en derechos humanos por poner tendederos de denuncia pública; acosos de alumnos a profesoras, boicots de alumnos asesorados por otros académicos para que no se tomen cursos con temas de pensamiento feminista.
Lamentamos las sanciones administrativas ridículas e indignantes: por ejemplo, maestros acosadores pensionados antes de tiempo (a manera de premio) luego de que tuvieran lugar quejas de maestras y alumnas por acoso sexual, descansos de ocho días a un año, reasignaciones laborales sin cuestionamiento ni sanción.
Lamentamos la violencia feminicida con la que fue asesinada la semana pasada, nuestra compañera etno-historiadora Raquel Padilla del Centro Nacional INAH Sonora.
Exigimos que los protocolos para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género no sean políticas de simulación y contención. Queremos que sean acciones reales y contundentes que frenen el pacto fraticida, el silencio y las alianzas patriarcales machistas. Y que se garantice el acceso de la justicia a las mujeres víctimas de la violencia de género en las instituciones.
Declaramos nuestro apoyo con todas las compañeras universitarias violentadas, especialmente a las compañeras de la UNAM agraviadas en las instalaciones universitarias mientras se manifestaban en contra de la violencia machista que se vive dentro de la misma institución.
¡Seguiremos reivindicando las prácticas académicas feministas y construyendo espacios de libertad y dignidad para nosotras! ¡Seguiremos luchando, cada una desde su trinchera y sus batallas!¡ Juntas Nos Quitamos el miedo. Juntas, juntas, juntas!