El suministro de metales es crucial para la industria; sin embargo, la minería suele ir acompañada de violaciones de derechos humanos y daños ecológicos. Existen, no obstante, conceptos y tecnologías que podrían reducir el consumo de metales y hacer su extracción más justa. Una visión general.
La extracción de metales en el mundo
y los yacimientos europeos
Los puntos del siguiente gráfico muestran el valor calculado de las reservas de metales en todo el mundo. Las reservas son materias primas que pueden realmente extraerse de forma rentable y que no solo existen teóricamente. Si cambian las condiciones tecnológicas o económicas, también pueden cambiar las cantidades de reservas. Por ejemplo, si suben los precios de las materias primas, puede merecer la pena la extracción de metales en lugares de difícil acceso, lo que no sería económicamente rentable estando a precios más bajos. O una nueva tecnología puede permitir acceder a metales que antes eran inaccesibles. Los colores muestran la cuota de cada país en la producción anual de metales.
Demanda de determinados metales
por las tecnologías del futuro
El gráfico muestra la demanda potencial de determinadas materias primas generada por las llamadas tecnologías del futuro. Por ejemplo, microchips, baterías de iones de litio de alto rendimiento, pilas de combustible, aerogeneradores o energía fotovoltaica de capa fina. Dependiendo de qué innovaciones técnicas, exigencias políticas o pautas de consumo se impongan, la demanda de materias primas también evolucionará de forma diferente. Por ejemplo: si los sistemas se utilizan durante más tiempo y se reparan con más frecuencia, la demanda de materias primas disminuye. Las cifras mostradas no son previsiones, ilustran lo que parece ser una posible evolución realista basada en los datos actuales.
La digitalización, la construcción y el transporte son motores clave
El discurso público sugiere que la transición energética es el motor de la fuerte demanda de materias primas. Pero no es cierto. En Alemania, las principales razones son la digitalización, la construcción y el transporte. En caso de que las cifras de ventas se mantuvieran como hasta ahora, sólo las baterías de los Volkswagen eléctricos requerirían, en 2030, unas ocho veces más aluminio y níquel que todos los nuevos aerogeneradores previstos en Alemania hasta 2030. Además, en términos de cantidad, la producción de energías renovables no requiere muchos más metales que los combustibles fósiles. Al contrario: algunas tecnologías de energías renovables,como las pequeñas centrales hidroeléctricas o los sistemas fotovoltaicos montados en los techos, tienen una «huella metálica» significativamente menor que las centrales termoeléctricas de carbón fósil, por ejemplo. En cifras: una pequeña central hidroeléctrica necesita 340 g de metales para producir un megavatio-hora de electricidad, mientras que una central de carbón necesita hasta 3.920 g, unas diez u once veces más.
Una cosa está clara: la implantación de las tecnologías de energías renovables requiere grandes cantidades de metales. Sin embargo, la intensidad de materiales es significativamente menor, ya que a ello hay que añadir los combustibles fósiles quemados en las centrales eléctricas de gas y carbón.
Del estudio de PowerShift con datos del Luxembourg Institute of Science and Technology (LIST): Pensar
conjuntamente la transición de las materias primas y la transición energética.
Habría suficientes materias primas...
...si la producción y el consumo se planearan para favorecer una economía circular sostenible, se redujera la superficie habitable, se arreglaran y se reciclaran los electrodomésticos, se redujera el número de carros y los pocos que hubiera fueran más pequeños y ligeros, y así sucesivamente.
El potencial de cambio significa que, en una economía circular sostenible, las innovaciones técnicas, el reciclaje y los cambios en el comportamiento pueden cubrir gran parte de la demanda prevista, por ejemplo, el 61% del cobalto o el 68% del neodimio. El 0% significa que se podría evitar la escasez mediante medidas de economía circular.
Minería y género
- Ingresos de las mujeres en el sector de los recursos naturales: Un cuarto de lo que ganan los hombres.
- En los países mineros, las mujeres a menudo no tienen acceso a los derechos y títulos mineros.
- Participación de mujeres en la minería artesanal: Entre el 30 % y el 50 % (según el país y la empresa).
- Participación de mujeres en la minería industrial: Aproximadamente el 10 %.
La minería afecta a las mujeres:
- A través de suelos y aguas contaminados, ya que, con frecuencia, son las mujeres quienes se encargan de la agricultura y la ganadería.
- Debido a la falta de derechos sobre la tierra en muchos países. Cuando la tierra se utiliza para actividades mineras, pierden su sustento y no reciben compensación.
- Mediante agresiones sexuales, ya que la migración de trabajadores a las regiones mineras aumenta el riesgo de violencia de género.
Cómo perjudica la minería al medio ambiente y a la salud
Contaminación atmosférica: En la minería a cielo abierto, el viento traslada al medio ambiente elementos sacados a la luz, como plomo, arsénico o cadmio. El tráfico de vehículos emite nitrógeno y partículas en suspensión. Estas sustancias nocivas pueden dañar la salud de las personas que viven cerca de las explotaciones mineras y provocar enfermedades respiratorias y alergias.
Contaminación del agua: Las aguas ácidas de las minas, los metales y otros contaminantes acaban en los ríos. Las principales fuentes de contaminación del agua son elementos procedentes de plantas de procesamiento, tanques de relaves, minas subterráneas, instalaciones de eliminación de residuos, carreteras para bajar a la mina o que llevan a ella, activas o en desuso.
Consumo de agua: La Oficina Federal de Estadística señala a la industria y a la minería como los mayores
consumidores de agua en Alemania. La minería la necesita para extraer y procesar minerales. Según un estudio global sueco, se necesitan unos 92,7 litros de agua para extraer un kilo de cobre. Sin embargo, mientras que la minería y la industria en Alemania tienden a utilizar menos agua, el consumo en la agricultura va en aumento.
Destrucción: Los pozos o las escombreras abiertas suelen tener un impacto negativo en el paisaje y destruir físicamente el suelo. Esto puede perjudicar a los animales y a las plantas del lugar. Muchas de las características exteriores previas a la explotación minera no pueden ser restauradas una vez que ésta ha cesado. La eliminación de capas y las excavaciones subterráneas profundas pueden desestabilizar el suelo. Las zonas renaturalizadas ya no recuperan la productividad agrícola que tenían originalmente.
Pérdida de
biodiversidad: La contaminación y la destrucción del paisaje
pueden tener efectos catastróficos en la biodiversidad de la zona minera. Las pérdidas pueden afectar a todos: desde los
microorganismos del suelo a los grandes mamíferos. Las especies endémicas, es decir, las que sólo se dan en zonas delimitadas o en una región concreta, son las más afectadas, ya que la más mínima alteración de su hábitat
natural puede llevar a su extinción. Las sustancias tóxicas liberadas por la minería pueden acabar con poblaciones enteras de especies invisibles
La extracción de metales provoca disturbios y protestas: conflictos mineros en América Latina
- Conflictos conocidos: 284
- Conflictos transfronterizos: 5
- Proyectos mineros implicados: 301
- Casos de criminalización de protestas: 264
- Plebiscitos sobre minería:: 39
- Conflictos por el agua: 162
Heike Holdinghausen es autora independiente y redactora de taz.
Este artículo ha sido modificado para la versión en español. Su versión orginal apareció por primera vez aquí: www.boell.de