Liberan a Maritza, otra mujer salvadoreña criminalizada por una emergencia de salud durante el embarazo

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Después de 13 años con 5 meses en prisión, Maritza ha recuperado su libertad por conmutación de pena.

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San Salvador, El Salvador – Maritza sufrió un parto extrahospitalario en 2008, pero la justicia salvadoreña la condenó a 30 años de prisión por homicidio agravado. Gracias al trabajo colectivo de organizaciones y personas defensoras de derechos humanos, Maritza podrá reunirse con su familia.

“La libertad de Maritza llena nuestro corazón de alegría porque después de muchos años se hace justicia. Trabajaremos hasta lograr que todas Las 17 recuperen su libertad y hasta que ninguna mujer sea perseguida, denunciada y criminalizada por emergencias obstétricas” afirma Morena Herrera, presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del aborto, al recibir a Maritza.

Abigail Cortéz, abogada de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del aborto, explica que el tratamiento judicial en este caso fue incorrecto y violatorio de derechos humanos. En el juicio de sentencia de Maritza, hubo tres jueces; uno de ellos razonó su voto de absolución y concluyó que "no se han dado, dentro de la vista pública, los elementos necesarios para poder concluir, la verdad de los hechos, lo cual es la base de toda argumentación razonada de culpabilidad". Sin embargo, fue enviada a prisión con una condena de 30 años de cárcel.

Cortéz, agrega que, durante el tiempo que Maritza estuvo recluida, tuvo un hijo en la cárcel y luego de 5 años fue separado de ella, quedando bajo los cuidados de la abuela paterna, a quien conoció el mismo día que se lo llevaban.

Así como Maritza aún hay más mujeres privadas de libertad por emergencias de salud durante el embarazo. Las organizaciones que trabajan por la libertad de estas mujeres piden que las liberen.

“Cada día estamos más cerca de que todas Las 17 regresen a casa y se reúnan con sus familias. Desde el diciembre pasado, hemos visto cómo el gobierno salvadoreño ha tomado la decisión correcta una y otra vez, permitiendo que cada una de estas mujeres no solo recupere su libertad, sino también su identidad y autoestima”, dijo Paula Avila-Guillen, abogada internacional de derechos humanos y directora ejecutiva del Women’s Equality Center. “Continuaremos luchando hasta que todas las mujeres hayan sido liberadas, pero ahora con la liberación de Maritza, nos sentimos más esperanzadas que nunca”.

Finalmente, las primeras palabras de Maritza al abandonar el recinto penitenciario nos dan la fuerza para continuar la lucha por la libertad de las que faltan. "Me siento muy feliz de recuperar mi libertad. No me lo esperaba. Agradezco el apoyo a todas las personas y organizaciones, les pido que sigan apoyando para que otras mujeres que siguen en prisión sean liberadas.”

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