POSICIONAMIENTO. Foro Centroamérica Vulnerable, Unida por la Vida

Posicionamiento

El Foro Centroamérica Vulnerable, Unida por la Vida, es una iniciativa que este 2021 arribó a su 12° Encuentro anual. Alrededor de 200 organizaciones y movimientos sociales de Centroamérica propiciamos un dialogo permanente cuya misión es: posicionar en los espacios de negociación y participación nacionales o internacionales a Centroamérica como una de las regiones más vulnerables ante los impactos negativos del cambio climático, contribuyendo a que nuestros esfuerzos sean consecuentes con esta condición y trabajar incansablemente para reducirla.

FCVUV

El Foro Centroamérica Vulnerable, Unida por la Vida, es una iniciativa que este 2021 arribó a su 12° Encuentro anual. Alrededor de 200 organizaciones y movimientos sociales de Centroamérica propiciamos un dialogo permanente cuya misión es: posicionar en los espacios de negociación y participación nacionales o internacionales a Centroamérica como una de las regiones más vulnerables ante los impactos negativos del cambio climático, contribuyendo a que nuestros esfuerzos sean consecuentes con esta condición y trabajar incansablemente para reducirla.

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Nuestro objetivo, es brindar ejemplos concretos de una verdadera integración social y desde nuestras propias identidades, contribuir a la sustentabilidad del desarrollo en Centroamérica. En correspondencia, entre el 18 y 22 de octubre del 2021, nos convocamos en Ciudad Antigua – Guatemala, previo a la realización de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas ante el Cambio Climático (COP, por sus siglas en inglés)-, para hacer un balance del proceso global de negociación del clima e identificar las brechas de cumplimiento en correspondencia con los desafíos territoriales de nuestra región, a fin de brindar nuestros aportes a la construcción de una agenda pública nacional y regional que contribuya a la construcción de una región más resiliente, segura y sustentable para todas y todos los centroamericanos. A continuación, el resultado de nuestras reflexiones colectivas:
 

Consideramos:

• Que la agenda global de desarrollo sostenible (ODS, SENDAI, AdP) y los convenios internacionales conexos que propician su cumplimiento, como por ejemplo Acuerdo de Escazú, trazan el derrotero a la gestión pública para alcanzar las metas del anhelado desarrollo sostenible en nuestros países, sin embargo, por el hecho de aproximarnos a la evaluación de medio término de la misma, nos urge promover una revisión objetiva de sus avances, ya que la crisis climática ha perturbado el proceso de avances, con posibles retrocesos significativos que podrían servir de argumento para reiterar la demanda de justicia climática para nuestra región.

• Que en años recientes el mundo ha estado marcado por los impactos sociales y económicos de la pandemia del Covid19, pero en Centroamérica la combinación de los huracanes Amanda y Cristóbal en mayo del 2020 y la combinación de los huracanes Eta e Iota en noviembre del 2020 significaron situaciones de desastres sin precedentes, exacerbaron las vulnerabilidades, creando un escenario de riesgos complejos y confirmándonos que ¡la crisis climática nunca estuvo en cuarentena!

• Que el actual modelo de desarrollo genera más riesgos de los que pretende reducir, multiplica las crisis y hace colapsar sus propias capacidades de gestión, por lo tanto, transfiere a la sociedad el afrontamiento de estas, principalmente a las mujeres, sobre quienes ha recaído la resiliencia social. Además, el modelo extractivista depredador, degrada los ecosistemas y en consecuencia incrementa el riesgo de exposición social al impacto del cambio climático, persistiendo una brecha entre el contenido de leyes y capacidades públicas para aplicarlas.

• Que el contexto multiplicó los riesgos y gestionarlos ya no es suficiente con los enfoques tradicionales centrados en atención a emergencias. La crisis climática, sanitaria y migratoria, son la última demostración que no hay soluciones individuales, por lo tanto, desde sociedad civil, debemos renovar nuestras convicciones, ya que los últimos tiempos nos sugieren intensificar y fortalecer la defensa de los bienes naturales comunes, bajo la primicia de respetar la vida en todas sus formas.

• Que los regímenes políticos de tendencias autoritarias marcan la historia moderna centroamericana, provocando el aumento sistemático de la violencia estructural con el consecuente incremento del riesgo a nivel de región; el cual se expresa a través de violencia política, inseguridad ciudadana, criminalización de defensores y defensoras de derechos humanos, delincuencia común y crimen organizado, migración forzada y la ingobernabilidad. Actualmente el escenario se complejiza con la pandemia del Covid19, la crisis climática y el deterioro ambiental, lesionando todas las formas de vida y el ejercicio pleno de los derechos humanos más elementales.

Demandas:

1. Desde el enfoque Cambio Climático. Aseguramos que los impactos del cambio climático imposibilitan una vida digna para los centroamericanos y centroamericanas, principalmente para las poblaciones más vulnerables y excepcionalmente para las mujeres. La situación de la Pandemia del Covid19 y las consecuencias de la Crisis Climática condicionaron el cumplimiento de las NDC 2015 y establece un contexto adverso a los ejercicios de actualización de las NDC 2021, por lo tanto, consideramos que además de incrementar la ambición de nuestras contribuciones nacionales, nos urge promover la creación de un mecanismo de cuantificación de las Pérdidas y los Daños económicos y no económicos atribuibles al cambio climático para nuestra región, desde el enfoque de la Justicia Climática y revalidando el principio de quien contamina paga.

2. Desde el enfoque de Gestión de Riesgos de Desastres. Reconocemos que no es sostenible la gestión de crisis en base a contingencias, porque además de desgastarnos, posterga los propósitos de aportar a la construcción del desarrollo territorial sustentable, por tanto, asumimos el reto e invitamos a las autoridades nacionales y regionales de Centroamérica a trascender de la gestión de contingencias, hacia la construcción de una estrategia que permita el fortalecimiento de la gestión social del riesgo, como soporte a la resiliencia y sustentabilidad del desarrollo en Centroamérica. Participaremos en las acciones que fortalezcan los sistemas de protección civil, principalmente en los niveles subnacionales de la gestión pública, poniendo a su disposición nuestras experiencias y conocimientos para actuar consecuentemente en el cumplimiento de las metas nacionales y locales establecidas en el marco de reducción de riesgos de desastres de Sendai y auditando socialmente el cumplimiento de los compromisos gubernamentales asumidos por nuestros países.

3. Desde el enfoque de Defensoría Territorial. Reafirmamos que la defensoría territorial de los bienes naturales comunes está íntimamente relacionada con la protección de los derechos humanos de las personas que los defienden, por lo tanto, no solo exigimos la ratificación y cumplimiento del Acuerdo de Escazú, sino todos aquellos acuerdos y convenios de protección a la madre tierra y poblaciones territoriales que los conservan. Reiteramos que es un error de la gestión pública, continuar apostando al extractivismo, la promoción de megaproyectos o iniciativas de expropiación del territorio para lograr la recuperación económica PostCovid19, cediéndole plenos derechos de sobre explotación a privados o transnacionales en flagrante violación de todas las normas nacionales e internacionales ambientales. Como ciudadanos y ciudadanas de la región, nos comprometemos a continuar denunciando las prácticas antes mencionadas y a continuar promoviendo la defensa del territorio y protección de derechos humanos. Las políticas públicas que flexibilizan o propician la degradación ambiental, atentan contra nuestra vida, en tanto nos exponen aún más a los embates de los fenómenos hidrometeorológicos.

4. Desde el enfoque de Gobernanza Territorial. Consideramos indispensable continuar acompañando y fortaleciendo la gobernanza subnacional y municipal, sobre la cual recaen los esfuerzos públicos que logran articulación eficaz y coherente con las contribuciones de conservación y producción por y para el territorio. Contribuiremos a crear procesos de construcción de modelos de Espacios Territoriales Resilientes, sobre la base de nuestras experiencias locales que promocionan soluciones basadas en la naturaleza, la agroecología y la gestión hídrica del territorio. Exigimos a las autoridades acelerar los procesos de ordenamiento territorial y principalmente de la propiedad rural, garantizando el acceso a la tierra para la producción de alimentos y la conservación de los bienes comunes, contrarrestando los monocultivos.

5. Desde el enfoque de Clima, Migración y Seguridad Alimentaria. Preocupados y preocupadas porque la crisis climática ha llegado a las ciudades del primer mundo (inundaciones en Italia, Alemania, Bélgica, entre otros), esperamos que en el contexto de la COP26 actúen con sentido de urgencia, incrementen su ambición en la mitigación y su responsabilidad financiera para apoyar los esfuerzos de adaptación en los países en desarrollo históricamente afectados por la crisis climática, en particular con Centroamérica. Hoy más que nunca, reconocemos la relación existente entre clima, disponibilidad de agua y la producción de alientos en nuestros países y cualquier desequilibrio en el sistema climático, se traduce en la ocurrencia de un sinnúmero de fenómenos (algunos aún incomprendidos) que descapitalizan las economías, retrasan el desarrollo y son el motor de las migraciones internas (campo- ciudad) y externas (temporales y permanentes). En consecuencia, reafirmamos nuestro compromiso de continuar creando, innovando y emprendiendo modelos de producción resilientes y adaptados a las actuales condiciones climáticas, aspirando a que nuestras experiencias sirvan de soporte para la formulación de políticas y adoptados por las entidades públicas nacionales.

6. Destacamos el rol de nuestras Juventudes por el Clima. Conscientes del llamado realizado por los movimientos juveniles globales, regionales y nacionales, que demandan a gobernantes y liderazgos adultos mayor ambición y actuaciones consecuentes con la crisis ambiental y climática que pone en riesgo a las futuras generaciones; priorizaremos la agenda juvenil y favoreceremos su liderazgo en la acción climática territorial (urbana y rural), promoveremos la organización y articulación de movimientos juveniles por el clima en los diversos espacios de sociedad civil, favoreciendo su mayor aprendizaje sobre el tema y aportando a su involucramiento en la toma de decisiones colectivas en la búsqueda de soluciones climáticas y ambientales sustentables.

7. Destacamos el rol de nuestras Lideresas por el Clima. Reconocemos el rol determinante que han tenido y tienen las mujeres en el actual contexto de crisis compleja, por lo tanto, exigimos el reconocimiento público, ya que, sobre ellas ha recaído la gestión de las crisis y sobre ellas también descansan los pilares de la resiliencia social y territorial de nuestros países. Asumimos el compromiso de reivindicar y promover su acceso igualitario a la justicia en igualdad de condiciones, la no revictimización, evitar y denunciar la violencia de género, priorizar su a medios de vida estratégicos, la propiedad de la tierra; al conocimiento científico y a recursos
que permitan desarrollar sus vidas en bienestar y dignidad. Nuestros espacios favorecerán su participación, principalmente en la toma de decisiones y en los territorios soluciones basadas en sus experiencias de protección de la vida y ecosistemas.

8. Destacamos el rol de nuestras Comunicaciones por el Clima. Consideramos imprescindible alentar la movilización social, sobre la base del fortalecimiento de la gestión del conocimiento como soporte a los procesos de comunicación, educación y sensibilización socioambiental y promover la justicia climática, a través de campañas de comunicación que alienten el protagonismo territorial, poniendo en evidencia las mejores experiencias locales y acciones afirmativas de las poblaciones centroamericanas que están contribuyendo la resiliencia territorial en contextos de crisis complejas. Urge promover la creatividad, la innovación y las oportunidades para la creación de nuevos emprendimientos comunicacionales democráticos, objetivos, independientes y sobre todo seguros y protegidos, ya que, en el actual contexto, suelen ser el personal de sociedad civil más vulnerable.

Las organizaciones de sociedad civil reconocemos que el contexto regional es complejo, sin embargo, trae consigo un sinnúmero de oportunidades que sabremos aprovechar en la medida que logremos hacer converger nuestros mejores talentos y experiencias, en función de evitar que las crisis nos absorban, por el contrario, nos permitan reflexionar y renovar nuestra esperanza y el paradigma de desarrollo sustentable que nos hemos propuesto como organizaciones pertenecientes al Foro Centroamérica Vulnerable, Unida por la Vida.

Dado en la Antigua Guatemala, en conmemoración del bicentenario de la independencia de los países centroamericanos, nos adherimos:

Convergencia Ciudadana para la Gestión de Riesgos, Guatemala
Campaña Mesoamericana de Justicia Climática, El Salvador
Asociación de Organizaciones no Gubernamentales de Honduras
Alianza Nicaragüense ante el Cambio Climático
Movimiento Comunitario por la Justicia Climática y Ambiental, Costa Rica
Concertación Regional para la Gestión de Riesgos
Consejo Indígena Centroamericano.
Octubre 2021