Carlos Martínez: No hay una central geotérmica en el mundo con un pozo del tamaño anunciado por Bukele

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Junto con la adopción del bitcóin como moneda de curso legal, el gobierno anunció que facilitaría la minería de esa criptomoneda en el país. A esa actividad, criticada en otras latitudes por la alta demanda de energía que requiere, se le apoyará con la electricidad generada de fuentes geotérmicas.

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El 9 de junio, el mismo día en que los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaban la Ley Bitcóin, el presidente Bukele abría las puertas de El Salvador a la minería de esa criptomoneda. Lo hacía en un par de mensajes en Twitter y, básicamente, ofrecía a los mineros energía geotérmica, una fuente renovable que aprovecha el calor del subsuelo.

“Nuestros ingenieros me acaban de informar que cavaron un nuevo pozo, que proporcionará aproximadamente 95 megavatios de energía geotérmica 100% limpia y cero emisiones de nuestros volcanes”. Con mensajes como este, el mandatario trataba de atraer a los inversionistas en la actividad del minado de bitcóin.

A Carlos Martínez, docente de la UES y conocedor de la realidad energética del país, el asunto de un pozo de ese tamaño le resulta difícil de creer. “Yo me di a la tarea de investigar si existía un pozo de esas dimensiones y no hay ninguna central geotérmica en el mundo que aparezca registrado un pozo de ese tamaño”, expresa en el pódcast Minería bitcóin, ¿qué oculta el discurso energético del gobierno?, elaborado por Voz Pública. 

Para hacerse una idea, ese supuesto pozo generaría la misma cantidad de energía que cualquiera de las dos plantas instaladas en el país. “La de Ahuachapán son 95 megavatios con 56 pozos perforados de los que se extrae la energía”, apunta Lourdes Molina, economista senior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), y con una maestría en Economía Ecológica.

“Yo sigo a la expectativa de que nos muestren a los ciudadanos dónde está ese hallazgo”, afirma Martínez, un tanto incrédulo ante un anuncio del que se han cumplido 100 días sin más información adicional.

A Molina le surgen otros interrogantes. “Si una actividad tan demandante de energía como el bitcóin entra, y la geotermia sería destinada para suplir esa demanda, la demanda local -industrias y hogares salvadoreños- se tendría que suplir con otras fuentes que probablemente tengan un costo mucho más alto”, plantea la economista sobre un escenario que lleve a un incremento en la factura de energía de los consumidores.

El Salvador es el país de la región que menos electricidad produce y uno de los que tiene más limitaciones para generar energía de fuentes renovables. Aún así, el gobierno, en su plan, contempla ceder esa futura planta geotérmica.

El minado del bitcóin es una actividad que demanda una alta cantidad de energía debido al uso de potentes computadoras utilizadas para resolver complejos problemas matemáticos con los que se validan las transacciones. En los centros de minado se alcanzan altas temperaturas debido al uso continuo de estas máquinas y se hace necesario también equipos de refrigeración.

A nivel mundial, ese proceso de minado consume más energía que países como Chile y tanta como Bélgica.

Nota publicada por Voz Pública.