En los Balcanes, la implementación de las leyes aprobadas es un tema candente, con violaciones de derechos humanos y discriminación institucional aún ocurriendo. La luchadora por los derechos de la mujer Maja Raičević.
Este artículo hace parte de nuestro dossier "Sin mujeres no hay paz: 20mo aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre las mujeres, la paz y la seguridad".
Maja Raičević es Directora Ejecutiva del Centro para los Derechos de la Mujer en Montenegro. Durante más de veinte años ha estado trabajando por los derechos de la mujer y dice en retrospectiva “Nunca debemos olvidar por lo que hemos luchado. Si no alcanzamos nuestros objetivos actuales de inmediato, a veces tendemos a olvidar todos nuestros logros anteriores. Hoy en día tenemos instrumentos y mecanismos a nuestra disposición que debemos utilizar activamente”.
Sofija Todorović entrevistó a Maja Raičević durante la pandemia de coronavirus en una entrevista en línea.
Antifascismo: el mejor modelo de valores para los Balcanes
En la región de los Balcanes, los recuerdos de la guerra aún están frescos. La lucha por los derechos y la seguridad de la mujer siempre ha estado estrechamente vinculada aquí al activismo antiguerra y a la tradición antifascista. “Tengo que seguir recordándome a mí misma lo que pasó en esta región no hace mucho tiempo”, señala Maja, "El nacionalismo y los sangrientos conflictos han cobrado muchas vidas, pero también han desencadenado un movimiento contra los derechos de la mujer y han debilitado aún más la ya muy precaria situación de las mujeres en la región.” En fecha tan reciente como el año 2000, las mujeres de Montenegro no estaban protegidas por la ley contra la discriminación o el trato desigual, y los efectos de este período todavía son visibles hoy en día. “El estado actual de las cosas me preocupa, porque lo mismo puede volver a ocurrir en cualquier momento, de un día para otro". Puede parecer a los extraños que mucho ha cambiado y que el proceso de emancipación de las mujeres de la región ha tenido éxito, pero para Raičević las apariencias engañan.
Los primeros refugios para mujeres y las primeras ONG de Montenegro que se ocuparon de las víctimas de la violencia fueron fundados por mujeres, todas ellas activistas contra la guerra. Así mismo la abuela de Raičevićs pertenecía a la generación revolucionaria que se rebeló contra el fascismo en Montenegro.
“De los conflictos del pasado pudimos aprender que el verdadero antifascismo encarna el mejor código de valores, que la gente de la región debe preservar, y por eso mismo debemos seguir luchando contra el fascismo”. Raičević no sólo significa un comportamiento activamente fascista como el nacionalismo abierto, la falta de respeto o el sentimiento de superioridad étnica. También se refiere a quienes se consideran activistas cívicos, pero no tienen en cuenta las diferencias de creencias, clases, posiciones sociales y acceso a los recursos.
Todo lo que hicimos fue una sorpresa para la sociedad
Cuando Raičević recuerda sus comienzos como defensora de los derechos de la mujer, recuerda que la sociedad no estaba abierta a los problemas de las mujeres. La sociedad montenegrina no cuestionó numerosas tradiciones y normas culturales negativas que privaban a la mujer de sus derechos y libertades fundamentales. Los Estados balcánicos siguen estando muy polarizados y tienen estructuras patriarcales.
Es precisamente por eso que Raičević ve su trabajo como parte de un proceso a largo plazo. Hace hincapié en que todo lo que su organización ha logrado se basa en los esfuerzos de otras mujeres: “Le debemos mucho a los que han trabajado duro antes que nosotros: nuestros conocimientos actuales y los cimientos en los que se basan nuestros valores y convicciones”.
La primera casa para mujeres, niños y niñas en Montenegro – Women’s Safe House (Casa segura para mujeres) – fue fundada por la suegra de Raičevićs. Aquí Raičević aprendió mucho sobre el alcance de la violencia y el sufrimiento de las mujeres. En ese momento, la opinión predominante en Montenegro era que no había violencia contra las mujeres. Por el contrario, que las mujeres montenegrinas eran tratadas con respeto. Sin embargo, el gran número de mujeres que fueron al refugio mostró algo muy diferente.
Con mucho trabajo, la cuestión de la violencia y la discriminación contra la mujer se puso con éxito en la agenda pública. No es una tarea fácil, pero la aplicación de las leyes aprobadas es una cuestión particularmente candente en los Balcanes, donde las violaciones de los derechos humanos y la discriminación institucional siguen siendo habituales. Por lo tanto, las organizaciones y movimientos de mujeres deben pensar siempre un paso adelante y exigir más para conseguir un mínimo. No hay tiempo para dormirse en los laureles, el umbral como meta debe elevarse constantemente.
A veces tienes que improvisar
Si el objetivo - acabar con la violencia contra las mujeres y la trata de seres humanos en la región - es claro, el camino para lograrlo es pedregoso. No hay una cura milagrosa con garantía de éxito. Cada situación requiere un enfoque muy individual.
No es de extrañar que se necesite un talento para la improvisación. Especialmente si miramos hacia atrás al cambio de milenio, cuando la ley no proporcionaba ninguna protección a las mujeres. La trata de mujeres se abordó por primera vez por ley en 2001; en ese momento, Raičević y sus partidarias se ocuparon en un refugio para mujeres de sesenta mujeres que habían sido víctimas de la trata.
Una vez, una mujer del albergue -víctima de trata de personas- recibió una orden judicial que la obligaba a ser examinada en el hospital, aunque estaba bajo protección policial, esto no la tranquilizó. No se sentía segura en el hospital y quería que la llevaran de vuelta al refugio para mujeres, el único lugar donde se sentía protegida y segura. Sin dudarlo, la fundadora del refugio de mujeres (la suegra de Raičevićs) la tomó de la mano y la trajo de vuelta; aunque esto violara la orden judicial. La protección de la persona es siempre la máxima prioridad.
La seguridad es también la libertad de expresar las propias convicciones sin miedo
La definición de seguridad es compleja para Raičević, ya que va mucho más allá de la mera sensación de seguridad. La seguridad también incluye la protección contra cualquier tipo de agresión y abuso violento. Después de casi veinte años de trabajar con mujeres, Raičević señala que: la violencia y la discriminación tienen muchas caras. Por ejemplo, no se debe subestimar la violencia en el hogar, donde se producen la mayoría de los feminicidios en todo el mundo. Una mujer también debe estar a salvo de su propia familia. No debe sentirse amenazada por alguien cercano a ella y a quien incluso ama. Y esto solo es a menudo mucho más complicado de lo que parece.
La sociedad montenegrina sigue siendo muy conservadora y no tolera ningún punto de vista o creencia disidente. Pensar de forma diferente e incluso hacer esto público es violentamente reprimido. "Es exactamente por eso que es extremadamente importante que las mujeres finalmente obtengan el derecho a expresarse abiertamente y a tomar sus opiniones en serio", señala Raičević.
Deseo que las mujeres sean líderes empáticas en los procesos de toma de decisiones
La región de los Balcanes Occidentales carece de voces femeninas en posiciones clave. Sin embargo, en lugar de ser pesimistas, es importante como lo señala Raičević elogiar la buena cooperación entre las mujeres de la región.
“Nosotras, las activistas de los Balcanes Occidentales, tenemos excelentes relaciones entre nosotras. Incluso en tiempos de guerra, las activistas mantuvieron su conexión. Los responsables de la formulación de políticas podrían aprender mucho de nosotras aquí, y ésta es sólo una de las muchas razones por las que merecemos participar en todas las decisiones y negociaciones políticas de la región. Este es también el requisito clave de la Resolución 1325, y por lo tanto una obligación para nuestro Estado. En cambio, sólo los hombres se sientan alrededor de la mesa y excluyen las voces y experiencias de las mujeres de todos los procesos de toma de decisiones“.
"Hay grandes ejemplos de mujeres líderesas en todo el mundo que son tan refrescantemente diferentes", dice Raičević, pensando por ejemplo en las primeras ministras de Nueva Zelanda e Islandia: "Estas mujeres muestran la diferencia que pueden hacer mujeres capaces y empáticas.
Para el vigésimo aniversario de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Raičević dice que esto es exactamente lo que quiere: más mujeres empáticas en los altos cargos de la región de los Balcanes. "Celebremos a las mujeres que se preocupan por los demás, no a las que compiten por el poder".
Traducido del alemán por Mauricio Sánchez Cárdenas.