#ManuelaJusticiayEsperanza Manuela era una mujer salvadoreña, de escasos recursos, que no sabía leer ni escribir y que fue encarcelada injusta y arbitrariamente después de sufrir una emergencia obstétrica en la zona rural en la que vivía.
En el marco de las negociaciones del Acuerdo de París, los países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático presentan sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (CND), cuales refieren los compromisos nacionales que buscan contribuir la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y permiten estimar los esfuerzos planificados para lograr mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2°C al 2030 como máxima meta del Acuerdo de París.
En El Salvador existen muy pocas o casi nulas iniciativas claras sobre el manejo de la producción agropecuaria en armonía ambiental y que solamente se manejaban pequeñas parcelas con prácticas orgánicas, pero que no existe algo propiamente agroecológico, fue otro elemento que impulsó la constitución de Finca Balam.
El estudio fue elaborado por la Fundación Myrna Mack, con el apoyo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y la Fundación Heinrich Böll.
Ensayo que aborda la relación entre las políticas públicas de seguridad y justicia y el fenómeno migratorio de Guatemala,
El Salvador y Honduras, países altamente convulsionados, acaso víctimas de sí mismos.
El objetivo de esta publicación es el de estimular una amplia discusión social y política con respecto a la importancia de los océanos como sistema y las posibilidades para protegerlo.
Un libro que busca sacudir los paradigmas y los estereotipos discriminatorios y excluyentes frente las personas LGBTI+. Busca aportar a la resistencia, a la eliminación de la clausura, censura y negación de todo lo relacionado a la orientación sexual, identidad y expresiones de género fuera de la norma hegemónica binaria heterosexual.
Un proyecto que inició en 2012 en la alcaldía de un pueblo de apenas 15 kilómetros cuadrados y que culminó seis años después como autoridad máxima de San Salvador, la capital.
Nayib Armando Bukele Ortez llega a la presidencia de la República de El Salvador a los 37 años de edad, luego de una carrera política que bajo los parámetros del sistema político nacional podría categorizarse como perfecta. Un proyecto que inició en 2012 en la alcaldía de un pueblo de apenas 15 kilómetros cuadrados y que culminó seis años después como autoridad máxima de San Salvador, la capital.
A El Salvador llegó con Bukele la expresión política de la “indignación”, que ya ha recorrido otros países del mundo. Esa expresión llegó con una persona que se había dedicado toda su juventud al negocio de la publicidad, de la mano de su padre, el empresario de origen palestino Armando Bukele Kattán. Un hombre que estuvo relacionado con diferentes actores políticos y que, pese a la xenofobia de las élites económicas, logró ganarse el respeto a base de fórmulas empresariales exitosas.